El rol de la sociedad y del Estado para contribuir a desarrollar la dignidad humana

Reynaldo Bustamante Alarcón > Caritas, Veritas, Iustitia > Miscelánea > El rol de la sociedad y del Estado para contribuir a desarrollar la dignidad humana
El rol de la sociedad y del Estado para contribuir a desarrollar la dignidad humana

Si el ser humano tiene una dignidad preeminente, la sociedad no solo debe preocuparse de su desarrollo colectivo, sino también ser un medio de realización de la persona individual. Por esa razón, tanto el Estado como la sociedad, así como cualquier otro colectivo, deben estar orientados a contribuir al desarrollo integral de la persona: no pueden prescindir de ella, no deben someterla ni caer en un régimen que la trascienda; por el contrario, deben orientarse a coadyuvar a su desarrollo, a fin de que cada persona –con su esfuerzo, pero con la ayuda de todos– pueda alcanzar el máximo nivel posible de humanización en todas las esferas de su vida. No es suficiente que el apoyo se refiera a ciertas esferas de su humanidad y no a otras. Tampoco que la contribución consista en no afectar de manera ilegítima la vida de las personas. Se requiere que se realicen acciones positivas que ayuden a satisfacer sus necesidades básicas y promuevan su desarrollo más pleno. Muchas de las dimensiones de la persona podrían no desarrollarse sin la participación comprometida de los demás. No solo en cuanto a las necesidades más básicas se refieren (verbigracia: alimentación, salud, vivienda, etc.), sino también respecto de las otras necesidades vinculadas con la calidad de vida humana (por ejemplo, el arte, el medio ambiente, la recreación, etc.).

Con esas bases es posible construir, con el esfuerzo de todos, una sociedad justa, que viva y ejerza cotidianamente los derechos humanos y que sepa defenderlos en todos los espacios de la esfera pública y privada. Una sociedad dialogante, tolerante, incluyente, solidaria y participativa, que promueva la deliberación y participación en el ámbito público de todas las personas y grupos, en una actuación que no solo debe tener en cuenta el interés individual sino también el interés de la comunidad, así como el cuidado de la naturaleza. Una sociedad que sepa construir y desarrollar diariamente los ideales del Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos, orientados al desarrollo integral de la persona.