Derechos humanos y dignidad humana

Reynaldo Bustamante Alarcón > Caritas, Veritas, Iustitia > Miscelánea > Derechos humanos y dignidad humana

Los derechos humanos siguen de moda. Todos los días oímos a tirios y troyanos invocarlos en diversas disputas. Unos para sustentar tal posición y otros para contradecirla. Todos parecen estar de acuerdo en que son una manifestación de la justicia, los límites que el poder debe respetar para ser legítimo. Extrañamente, sin embargo, no existe consenso entre ellos sobre cuáles son estos derechos, sobre los requisitos que se deben cumplir para estar ante un derecho humano. Esta situación se presenta en diversos países, incluso en el escenario internacional: lo que unos consideran como derecho humano es matizado o negado por otros (ejemplo, el uso del velo musulmán). Es verdad que el desconocimiento sobre el concepto y fundamento de los derechos contribuye a que esto ocurra; pero también el carácter abierto de su estructura: los derechos no se encuentran suficientemente determinados en los textos jurídicos que los recogen, permitiendo que sean abordados por diferentes filosofías con resultados bastante disímiles.

¡Cuidado!, los derechos humanos tienen un fundamento común: la dignidad del ser humano. Por lo tanto, no toda filosofía es compatible con este tipo de derechos, como no todo lo que se presenta como derecho humano realmente lo es. Para serlo tienen que ser conformes con la totalidad de dimensiones de nuestra humanidad (sicológicas, biológicas y espirituales) y favorecer el desarrollo integral de todos los seres humanos. Solo así seremos tratados como seres igualmente dignos. Esto significa que ni se puede reconocer como derecho humano a una pretensión que vulnere alguna dimensión de nuestra humanidad (por ejemplo, decidir ser esclavos); ni merece ese estatus aquella elección que, aunque no vulnere la dignidad, no pueda ser ofrecida a todos como un camino de desarrollo integral (por ejemplo, tatuarse todo el cuerpo). En esta encrucijada se decide el sentido de nuestra cultura y la manera como organizamos nuestra convivencia: o hacemos de los derechos humanos instrumentos de humanización o los desnaturalizamos convirtiéndolos en herramientas de corruptela y dominación… Los derechos humanos, o responden a la dignidad del ser humano o no lo serán.